Oficios

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Los palmeros de Chacao

El origen de esta tradición se le atribuye al Padre José Antonio Mohedano, Párroco del recién creado Curato de Chacao en 1770, el cual comprendía, además, Sabana Grande, Chacaito y Sebucán. La crónica oral cuenta que el P. Mohedano invocó a Dios para que cesara la peste de la fiebre amarilla con una promesa y envió a los peones de su hacienda y de las haciendas aledañas al bosque en la montaña para traer ramos de la palma real.

El viernes de concilio (anterior al Domingo de Ramos), los palmeros de Chacao, herederos de esta tradición de más de doscientos años, van a buscar las palmas que el Domingo de Ramos serán bendecidas y repartidas a los fieles. Abuelos, padres, hijos y nietos suben cada año al Ávila, para saludar el siguiente domingo la presencia de Jesús en las calles de Chacao.

El grupo, de aproximadamente 150 a 180 varones, se divide en grupos con su jefe y un segundo al mando, el cocinero, y se fijan las rutas de ascenso. Algunas mujeres son aceptadas en estas reuniones, pero ellas no pueden acompañar a los hombres en el ascenso. La iniciación del palmero se hace cuando el varón cumple siete años, y los más pequeños son llamados "palmeritos".

La ruta, hacia el Ávila, comienza y termina en Sabas Nieves. Cantan, improvisan coplas, se exageran las anécdotas y se hacen bromas. Llegan al sector llamado la "Cueva de los Palmeros", cerca de "No te apures". La recolección del cogollo de la palma real se hace con apego a la normativa conservacionista, a la planta se le deja al menos un cogollo para garantizar su supervivencia. Estos cogollos se reúnen en atajos y se dejan a un lado para luego recogerlos al regreso.

Al terminar, se inicia el descenso hacia el campamento y se van recogiendo los atados que se dejaron por el camino. Tanto los hombres como los niños se dedican a tejer la palma, con formas que adornarán la terminación del atado o "palmo" que será el estandarte. Cocinan, algunos hacen collares de semillas de peonía y caracoles. Suena el cuatro y las maracas y arrancan las coplas. El amarre se hace con una técnica muy precisa, heredada desde los tiempos de inicio de la tradición. La confección del palmo, que puede llegar a pesar hasta 40 Kg., es fuente de prestigio, no sólo por el tamaño, sino también por la trama del estandarte. Se le coloca una cobija para que no dañe el hombro del palmero que la carga y comienza el descenso.

Durante el camino de descenso, hacen paradas para rezar y agradecer la compañía de los difuntos. Quebrada Quintero marca el final y los palmeros saben que las mujeres esperan en los cortafuegos. Un viejo pasodobles saluda su llegada y los palmeros salen a la calle por la entrada de Sabas Nieves, donde se inicia la procesión que los llevará hasta la Plaza Bolívar en Chacao, donde son recibidos por las campanas. La carga se deposita en la Casa Parroquial, donde será custodiada por un grupo hasta el día siguente.

El Domingo de Ramos, los palmeros, solemnes y engalanados, se reparten los cogollos. El padre bendice todas las palmas y los ramos tejidos son paseados entre las calles como testimonio de la fe de la comunidad en Dios y en sí mismos.

El amolador

A cualquier hora del día se oye por ciudades y pueblos el pregón del amolador “El amolador… Tijeras, cuchillos, corta-cutículas….El amolador….” Acompañado de la música de su armónica.

Todavía se pueden ver algunos personajes de este oficio, por urbanizaciones, salidas de metro y calles de la ciudad.

El chichero

Personaje que vende chicha de arroz (bebida refrescante). Se coloca en una esquina o plaza, con su carrito blanco de la chicha y su bata blanca. La sirve con un cucharón en un vaso de plástico. En la actualidad, se vende chicha en la que se le puede añadir leche condensada y canela.

El raspadero

Personaje que vende raspao (Hielo cepillado o raspado) que se coloca un vaso de papel en forma de cucurucho, y se le baña por encima, con bebidas azucaradas de diferentes sabores, según la preferencia del cliente. También se coloca en esquinas y plazas con su carrito de ruedas.

El de los perros calientes

También con su carrito dónde lleva perros calientes y recipientes con: cebolla picadita, pepinillos en vinagre picados y frascos de Ketchup, mostaza y mayonesa.