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Grecia

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Algunos amigos, entre ellos 17 estudiantes de la Universitat per a Majors (13 de la Sede del Interior, 3 de la Sede de Vinaroz y 1 de la Sede dels Ports), hemos realizado un viaje cultural a Grecia, de ocho días, durante los cuales hemos enriquecido nuestros conocimientos de la culturas Clásica y Bizantina griegas, así como del país mediterráneo hermano en general. Os invitamos a realizar ese recorrido a través de esta página.


Datos Generales

Bandera griega

Grecia, oficialmente la República Helénica (en griego: Ελληνική Δημοκρατία), es un país del sureste de Europa que forma parte de la Unión Europea (UE).

Situado en el lado sur de la Península Balcánica, limita con Bulgaria, la República de Macedonia y Albania al norte, al este con Turquía y al oeste y sur con el Jónico y el Mediterráneo.

Su superficie es de 132.562 km² incluyendo aguas interiores de la cuenca del Egeo, islas e islotes. Geográfica y climáticamente el territorio griego es muy variado. Contando con 9.000 islas, islotes y afloramientos rocosos, 15.021 km de costa (más de 16.000 km de costa incluyendo los afloramientos rocosos), siendo el segundo de Europa tras Noruega y décimo del mundo detrás de Estados Unidos en longitud costera.

En el año 2007, Grecia tenía una población de 11.250.000 habitantes (sin incluir a más de 750.000 inmigrantes), de los cuales 5.000.000 residen en la capital, Atenas y aproximadamente 1.000.000 en la segunda ciudad del país, Tesalónica.

La esperanza de vida es de 79 años. El 99,9% de la población esta alfabetizada. El promedio de hijos por mujer es de 1,35, una de las más bajas del mundo occidental.

El idioma más común en cualquier ámbito oficial, educativo o público del país es el Griego moderno en su variante demótica.

Atenas

El grupo frente al Partenón.

Atenas es la capital del país y su área metropolitana alberga a casi la mitad de sus habitantes.

Hay tanta historia y tantos monumentos que ver en ella que siempre se te queda alguna parte pendiente para la próxima visita, que nunca hay que descartar.

Esta vez comenzamos subiendo a la Acrópolis desde la Plaza Monastiraki, encontrando al paso el ágora romana con su curiosa torre de los vientos, que contenía un reloj solar y otro de agua. La entrada a la Acrópolis se realiza por los Propileos. A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de Atenea Niké, que estaba presidido por una gran estatua de bronce de Atenea, realizada por Fidias.

A la derecha de donde se erigía esta escultura se encuentra el Partenón o Templo de Atenea Partenos (la Virgen). Construido bajo el gobierno de Pericles por los arquitectos Ictino y Calícatres, bajo las órdenes del gran arquitecto y escultor Fidias, con hermosas columnas dóricas en su exterior y jónicas en su interior, es el monumento más emblemático de la ciudad.

Fidias utilizó en el Partenón el número áureo como elemento de diseño en su construcción. Si tomamos como elemento inicial la altura, dándole el valor 1, veremos que la base frontal es 1,61803398..., es decir, la base del frente es la altura multiplicada por Φ. Pero si analizamos los distintos elementos que forman la construcción, veremos que la relación se repite.

Parte del friso del Partenón exhibida en el British Museum de Londres.

Una buena parte del friso del Partenón está en el Museo Británico y ha sido reclamada nuevamente por el gobierno griego tras la construcción del espectacular nuevo Museo de la Acrópolis, inaugurado el 20 de Junio de 2.009.

Metopas del friso del Partenón en el British Museum de Londres.

A la izquierda y al final de la Acrópolis está el Erecteión, con su célebre stoa o tribuna sostenida por seis cariátides. Las originales se encuentran emplazadas en el Museo, habiendo sido sustituidas por reproducciones idénticas hace muchos años.

En la ladera sur de la Acrópolis se encuentran los restos de otros edificios entre los que destaca un teatro al aire libre llamado Teatro de Dioniso, donde estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes y Esquilo.

En el descenso visitamos el Ágora clásica, en la que la Stoa de Atalo, reconstruida por la Escuela Americana de Arqueología, alberga un museo con piezas notables de la propia ágora.


El relevo de la guardia frente al Parlamento

Por la tarde nos acercamos hasta la plaza Syntagma para ver el relevo de la guardia (los llamados evzones) frente al Parlamento Griego, en otro tiempo Palacio Real, y desde állí visitamos el Museo Arqueológico Nacional,

La llamada Máscara de Agamenón, de oro

que guarda incontables tesoros recopilados de todo el territorio.

No tuvimos la suerte de encontrar abierto otro de los magníficos museos de la capital, el museo Benaki, fundado en 1931 por un acaudalado ateniense, Antonios Benakis, nacido en Egipto, en honor a su padre Emmanuel Benakis, que alberga una suntuosa colección de arte, desde obras micénicas hasta iconos griegos.

Ya anochecido visitamos algunos de los barrios emblemáticos de Atenas como el de Plaka, con casas similares a las de las islas ya que fueron construidas al pie de la Acrópolis por marineros que venían de Egina, Hidra, Poros y otras islas cercanas a Atenas.

Renunciamos a subir a la colina de Lykavitos porque desde la terraza de nuestro hotel, el Dorian Inn, cerca de la plaza Omonia, teniamos unas vistas magníficas de la Acrópolis iluminada y de la propia colina de Lykavitos, pero es también una de las visitas obligatorias para ver una panorámica espectacular.



Corinto

El canal de Corinto visto desde el avión en que regresábamos a España

Aunque Corinto fue tan importante en la antigüedad como para dar nombre a uno de los tres órdenes de la arquitectura griega (seguro que el primer nombre que nos viene a la memoria hablando de capiteles de columnas es el corintio), los restos arqueológicos que han sobrevivido son romanos y lo que de verdad hace necesario una parada en el territorio es la vista del canal.

El canal de Corinto desde la pasarela del Puente que lo cruza.

El canal de Corinto es una vía de navegación artificial que une el golfo de Corinto con el mar Egeo, evitando el rodeo de aproximadamente 400 kilómetros alrededor de la península del Peloponeso, que el canal convierte en isla al separarla del continente.

Desde la antigüedad se forjó la idea de comunicar ambos mares, pero siempre se desistió por dificultades técnicas, o falta de medios económicos como en el caso del proyecto de Nerón, que llegó a destinar 6.000 esclavos a excavar en el terreno.

Fue construido por el ingeniero húngaro Esteban Türr (1825-1908), bajo los proyectos de Lesseps, el constructor del canal de Suez, que recogían el antiguo trazado de Nerón. El canal fue inaugurado el 9 de noviembre de 1893.

Es casi obligatorio llegarse hasta la pasarela del puente que lo cruza y hacer unas fotos. Con suerte encuentras algún barco pasando.

También es casi obligatorio comprar las famosas pasas de Corinto, que venden en los chiringuitos de las inmediaciones del canal.


Micenas

La Puerta de los Leones

El periodo de historia griega comprendido entre el 1600 y el 1100 a. C. se denomina micénico en reconocimiento al liderazgo de Micenas. Los habitantes de este periodo se llamaron a sí mismos aqueos.


La acrópolis de Micenas se fortificó ya hacia 1500 a. C. en un estilo que fue conocido como ciclópeo, debido a que los bloques de piedra usados eran tan enormes que en épocas posteriores se pensó que eran fruto del trabajo de los gigantes de un solo ojo llamados Cíclopes. Tras los muros, de los cuales aún se pueden ver partes, se construyeron palacios monumentales.

Entrada a la llamada "Tumba de Agamenón" o "Tesoro de Atreo".

El arqueólogo alemán Heinrich Schliemann descubrió en las excavaciones realizadas en 1876, saqueada mucho tiempo atrás, una edificación "enterrada" bajo una colina; no se dió cuenta de que era una tumba y la llamó el Tesoro de Atreo. Posteriormente es también conocida como la "tumba de Agamenón", aunque se ha demostrado que es de una fecha anterior a la vida del rey protagonista de la Guerra de Troya.

Uno de los más preciados tesoros encontrados igualmente en aquella expedición, cuyo original se conserva en el Museo Arqueológico Nacional griego, sigue llevando el nombre de "máscara de Agamenón".

Detalle de la falsa cúpula.

La cámara sepulcral tiene sus muros hechos a base de hiladas de bloques de piedra que poco a poco van estrechando el diámetro interior hasta cerrarse en lo alto formando así la llamada falsa cúpula. Se puede considerar como el primer edificio con una idea de espacio interior en el arte de la construcción de la civilización occidental. Hay que destacar, de igual manera que en la Puerta de los Leones, el volumen de la piedra que compone el dintel, de gran tonelaje, y el triángulo formado por dos piedras más, donde descansa el peso de la construcción, lo que supone un gran alarde de ingeniería para la época.


Epidauro

Restos del templo de Asclepio.

Junto con Olimpia y Micenas, Epidauro es uno de los lugares más visitados del Peloponeso. El santuario de Asclepio (Esculapio) debe su éxito tanto al teatro como a su increíble emplazamiento.

Del propio santuario de Asclepio quedan pocas cosas, sólo algunos trazados más o menos visibles en el suelo. Se pueden observar las líneas de salida y de meta del estadio, así como los cimientos del templo de Asclepio, construido a principios del siglo IV a.C. siguiendo las normas del orden dórico.

El grupo en el Teatro de Epidauro.

Pero la estrella del lugar es el teatro que no tiene rival entre los demás conservados de la antigüedad. Fue construido en el siglo IV a.C. por Policleto el joven y se encuentra casi intacto actualmente. Su acústica sigue siendo perfecta.

No pudimos evitar hacer varias pruebas, subiendo unos a lo más alto de las gradas y situándonos otros en el centro de la "orquesta" desde donde hicimos sonar varios objetos como por ejemplo abriendo y cerrando un abanico, o agitando una caja de pastillas de regaliz... y otros sonidos menos correctos...

Se celebran festivales en verano y su aforo es de 14.000 espectadores. Desde lo alto de las gradas situadas en la ladera del monte Kynortion se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de la campiña que lo rodea.


Nauplio

La acrópolis de Nauplio, iluminada por la noche.

Nauplio fue la primera capital de Grecia tras la Guerra de la Independencia contra los turcos,entre 1829 y 1834, y actualmente es la capital de la Argólida, con cerca de 20.000 habitantes. Está en el golfo Argólico y es un puerto importante.

Su nombre deriva de Nauplio, el hijo de Poseidón y es una ciudad pequeña y encantadora que vive abocada al mar.

Llegamos muy tarde y sólo pasamos en ella unas pocas horas nocturnas, bien aprovechadas, eso sí, en un largo paseo por su puerto, y alguna que otra copa en uno de los muchos establecimientos a orillas del paseo marítimo.


Olimpia

Restos del templo de Hera.

La ciudad de Olimpia en el Peloponeso, al pie del monte Cronos, es conocida por haberse celebrado en ella en la antigüedad los primeros Juegos Olímpicos, con una importancia comparable a los Juegos Píticos que se celebraban en Delfos. Ambos celebraban una olimpiada cada cuatro años. Los primeros de los que se tiene constancia se celebraron en 776 a. C. Al final del siglo IV, el emperador Teodosio los abolió.

En el estadio de Olimpia.

También fue famosa por ser un santuario, y por la gigantesca estatua crisoelefantina (de oro y marfil) de Zeus tallada por Fidias tras la victoria sobre los persas en la Segunda Guerra Médica, y que era una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Cerca del templo, excavaciones arqueológicas han encontrado el taller de Fidias, con numerosas herramientas del escultor.

Las excavaciones fueron iniciadas por los franceses en 1829, descubriéndose entonces el famoso Hermes, de Praxiteles. A mediados del siglo XX, el estadio fue desenterrado.

La llama olímpica, que evoca la leyenda de Prometeo que robó el fuego a Zeus para entregárselo a los mortales, se enciende en el estadio de esta ciudad mediante el reflejo de la luz solar en un espejo parabólico. Antiguamente se mantenía encendida la llama mientras duraban los Juegos Olímpicos y se retomó esa costumbre a partir de 1928, pero la primera vez que se organizó una marcha de atletas para transportar la llama hasta la ciudad que organizaba las Olimpiadas fue en 1936 desde Olimpia hasta Berlín.

En 2004, los Juegos Olímpicos se celebraron en Atenas, realizando las pruebas de lanzamiento de peso en el estadio de Olimpia.


Puente Jarilus Tricupis

El puente que atraviesa el estrecho de Corinto.

Entre las poblaciones de Rion y Antirion, atravesamos el hermoso puente Jarilus Tricupis, que une el Peloponeso con la Grecia continental, cuyo acceso hasta la construcción del mismo sólo podía hacerse con transbordadores o por el estrecho istmo de Corinto.

Su longitud es de 2252 metros, la anchura de 28 metros, y está formado por cinco tramos de cable. La construcción inicial comenzó en 1998 y el puente fue inaugurado el 7 de agosto de 2004.

El nombre se le puso en honor de un primer ministro anterior de Grecia.

El coste total del puente ha sido de cerca de 630 millones de euros y la Unión Europea pagó la mayoría.



Delfos

El "Tesoro" de los Atenienses.

Delfos es un recinto sagrado dedicado al dios Apolo, que llegó a ser el centro religioso (y, por la información de que se disponía, también político) de mayor influencia de la antigua Grecia.

Según la mitología, Apolo dió muerte a la serpiente Pitón que vivía en una cueva cercana al santuario para apoderarse de su sabiduría y guardó las cenizas de la serpiente en un sarcófago e instituyó unos juegos en su honor llamados Juegos Píticos, que rivalizaban con los Juegos Olímpicos. Del nombre de la serpiente proviene el de la pitonisa o adivinadora, que interpretaban las respuestas del dios.

El Teatro.

La pitonisa residía en el gran templo consagrado a Apolo, hasta el que se desplazaron miles de griegos en la antigüedad en búsqueda de una respuesta a las preguntas de diversa índole que sometían al Oráculo de Delfos. Los peregrinos accedían a una parte del templo donde esperaban que un intermediario entre ellos y la pitonisa, que se hallaba en una habitación de acceso prohibido, les comunicara la contestación. Ésta solía ofrecer con frecuencia interpretaciones ambiguas, con lo que el oráculo siempre acertaba. En realidad podríamos decir que eran consejos, puesto que en el santuario se disponía de la última noticia y de los últimos acontecimientos del mundo conocido.

La fe en él era total, incluso si se equivocaba porque en ese caso se decía que el fallo era la interpretación de lo dicho y no el oráculo en sí.

La visita al yacimiento arqueológico es dificultosa pues está emplazado en la ladera del monte Parnaso y hay que cubrir un gran desnivel a pié, claro. La incomodidad se ve aumentada por el sofocante calor (a nadie se nos ocurre ir en invierno), pero conforme se van descubriendo los distintos elementos que van apareciendo ante nosotros la satisfacción colma con creces esa dificultad.

El Estadio.

Las primeras ruinas que aparecen al encuentro son las de la fuente Castalia, a la derecha de la carretera. Esta fuente era el lugar al que acudían las pitonisas y los sacerdotes a purificarse antes de entrar en el recinto sagrado. Al otro lado de la carretera, algo más abajo, se encuentra la zona del Gimnasio y, prosiguiendo la bajada, el Santuario de Atenea Pronaia, uno de los más originales que existen por su tholos con base circular edificado a finales del siglo IV a.C., si bien el templo fue construido años antes, en el siglo VII a.C.

Desde la fuente Castalia hasta llegar al Templo de Apolo,se encuentran los denominados "Tesoros" de las ciudades griegas, pequeñas capillas donde se guardaban las ofrendas y donaciones de cada polis, llegando a tratarse en ocasiones de piezas de gran valor. Destaca especialmente el Tesoro de los Atenienses, con su templo de mármol prácticamente intacto.

Sobre el templo se encuentra el Teatro, cuyo aforo albergaba a cerca de 5000 espectadores y más arriba, el Estadio, que tenía capacidad para 7000 personas y en él se celebraban los Juegos Píticos.

El grupo en el museo de Delfos.

El Museo cuenta con obras de gran valor, de entre las que destacan el

La famosa estátua del Áuriga.

Áuriga de bronce (470 a.C.), las estatuas de Kleobis y Biton (siglo VI a.C.), el toro de plata de casi tamaño natural (siglo VI a.C., se trata de la escultura de metal más antigua que se conserva), la esfinge de Naxos, los relieves del Tesoro de Sifnos, la Columna de las Cariátides y el Ónfalos.

El Ónfalos, u "Ombligo del Mundo".

La leyenda cuenta que Zeus mandó volar a dos águilas desde puntos opuestos del Universo y éstas se encontraron en Delfos. Una piedra cónica llamada ónfalos (ombligo) muestra el lugar, que sería considerado como el centro desde el cual comenzaría la creación del mundo y, por tanto, el lugar se convirtió en el centro sagrado de toda Grecia.


Osios Lukas

Vista general del Monasterio.

Apenas a 25 kilómetros de Delfos se encuentra el monasterio de Osios Lukas (San Lucas, el ermitaño, no el Evangelista).

La cúpula de la iglesia "nueva".

El monasterio cuenta con dos iglesias, la más antigua del siglo X, y las habituales dependencias monásticas: refectorio, convertido en museo, edificio de celdas, cocinas, establos…, pues está habitado y en perfecto funcionamiento como institución monástica.

Uno de los más hermosos mosaicos: La Virgen Theothokós.

La importancia del Monasterio ha merecido su reconocimiento por la UNESCO. Fundado en el Siglo XI, ha sufrido importantes reveses, un terremoto destruyó en el siglo XVI parte de sus magníficos mosaicos con fondo de oro, que fueron sustituidos por frescos.

La Iglesia, con su planta octogonal construida en 1011 sobre los restos de la del 944, fue modelo para las posteriores construcciones bizantinas. El iconostasio de mármol estaba decorado con iconos del siglo XVI, pero desgraciadamente fueron robados en 1980 y han tenido que ser sustituidos por copias.

Su influencia religiosa es notable, habiendo sido elegidos varios Arzobispos (máxima autoridad religiosa en Grecia) de entre sus miembros.

Enclavado, como no podía ser de otra forma, en un paraje solitario y fértil, su influencia cultural a lo largo de los siglos se mantuvo a pesar de la invasión otomana, la guerra de independencia, la segunda guerra mundial y la guerra civil posterior.


Paso de las Termópilas

Parte del grupo frente al monumento a Leónidas y sus trescientos espartanos, en el Paso de las Termópilas.

Era inevitable hacer una parada en el Paso de las Termópilas ya conocido por muchos antes del éxito de la película "Los trescientos", de Zack Snyder, así como la historia de los espartanos que allí perecieron al mando del insigne Leónidas.

El Paso de las Termópilas (literalmente puertas calientes, por los manantiales calientes que allí existen) era un largo y estrecho corredor delimitado a un lado por las montañas y a otro por el mar, se calcula que llegaba a medir, en su parte mas estrecha, unos 15 metros de anchura, aunque hoy en día cuesta imaginarlo pues no se divisa el mar desde allí.

La parada fue únicamente para "hacer la foto", pero es que realmente no se podía estar mucho más tiempo dado que el termómetro del autobús marcaba 42 grados y sombra no hay ninguna.


Meteora

Vista de los enormes peñascos.

Sobre la gran llanura de Tesalia, como por arte de magia, surgen de la tierra numerosas montañas de roca oscura, estrechas y de considerable altura perpendiculares a la tierra.

Los monasterios sobre las meteoras.

Sobre algunos de estos extraños e impresionantes macizos rocosos se encuentran inaccesibles monasterios. Sus construcciones comenzaron en el s. XIV y se finalizaron en el s. XVI. Llegaron a ser hasta veinte los monasterios. El motivo de edificarlos en lugares tan inaccesibles, fue en principio por motivos defensivos, ya que la única manera de subir era con un cesto que lanzaban desde arriba y las provisiones eran llevadas por los lugareños.

Detalle de la construcción sobre la roca.

Con el tiempo se han ido construyendo escaleras y puentes gracias a los cuales hoy en día se pueden visitar. Dentro de estos monasterios se encuentran verdaderos tesoros.

Están habitados por monjes o monjas dedicados a la oración y a la pintura de iconos religiosos. No hace demasiado tiempo que está permitido visitarlos y es obligado el absoluto silencio y a las mujeres no se les permite llevar ropa atrevida o pantalones ni a los hombres pantalones cortos.

El grupo en Meteora.

En la actualidad, sólo seis monasterios continúan siendo habitados por monjes o monjas: el Monasterio de San Nicolás, el de San Esteban, el Monasterio de la Santísima Trinidad, el Monasterio de la Transfiguración (Gran Meteoro), el de Rousanou y el de Varlaam.

Su espectacular ubicación, unido a los tesoros religiosos, los frescos, los iconos y los viejos manuscritos de sus bibliotecas, llevaron a la UNESCO a declarar Patrimonio de la Humanidad al conjunto monacal de Meteora.


Instituto Cervantes de Atenas

InstitutoCervantes001.jpg

El último día de nuestra estancia en tierras helenas fuimos recibidos por el Director del Instituto Cervantes de Atenas, Eusebi Ayensa Prat ,

En el despacho del Director del Instituto Cervantes

en el despacho que actualmente ocupa (están a punto de trasladarse a unas instalaciones mayores) y que en 1962 era parte de las instalaciones del entonces Consulado Español (posteriormente Embajada), siendo utilizada dicha estancia para que D. Juan Carlos y Dña. Sofía, nuestros reyes, pasaran en ella su noche de bodas.

D.Eusebi Ayensa Prat dedicando uno de los libros con que fuimos obsequiados

Al término de la reunión, en la que nos explicó su cometido y las actividades del Instituto, nos obsequió con un libro dedicado personalmente a cada uno de nosotros.


Fotos:

  • En Grecia: Agustín Aranda y Anna Gabarda.

(Allí donde ni mi esguince de tobillo ni mi teleobjetivo llegaban, estaba Agustín)

  • En el British Museum de Londres: Manuel Sellés.