La barraca de piedra seca

La barraca de piedra seca

Entre el término municipal de Ares del Maestre y de Vilafranca del Cid se encuentra la construcción de una típica barraca de piedra seca cuyo constructor fue todo un ejemplo de lucha por la vida.

Manuel Tena Ortí nacido en el término de Ares del Maestre, Masía de La Pinella en el año 1892 vivió una época de mucho trabajo y poca comida. Sin estudios y viviendo siempre en el campo.

La gente joven se preguntan para que servían y que uso tenían las “BARRACAS” o “CASETAS DE PIEDRA” como se llaman ahora cuando se habla de patrimonio.

Este Sr. Se traslado a la masía de Santa Elena entre Ares del Maestre y Vilafranca del Cid. Construyó paredes de particiones “PARET SERRA” en las que dejaban agujeros para poder pasar las ovejas “GATERAS” y otros a ras de suelo más pequeños para pasar las liebres y así poder colocar trampas. La de los bancales era para retener la tierra y en ella se hacían unos pequeños huevos o barracas para poder guardar el agua y meterse cuando les cogía la lluvia. También construyó esta Barraca de piedra seca entre otras; cabían unas 40 ovejas, el pastor y el perro para refugiarse del frío y de las tormentas y en tiempo de cría para vigilar los corderitos que no se perdieran de sus madres.

De las ovejas sacaban la lana, las mujeres la escaldaban, lavaban y la hilaban haciendo los calcetines, bufandas, jerséis y mantas. Si era lana blanca la teñían con hollín de la chimenea quedando un color entre amarronado o amarillento.

Entre otras cosas, se hacían “ROTAS” para sacar bancales, se hacían hormigueros (gavelles) y se quemaban para purificar la tierra para luego dedicarlas a la siembra. Sin relojes y mirando las señales del sol sabían en que hora estaban. La luna la seguían para saber cuando se tenían que hacer algunos trabajos, como la siembra, limpiar las balsas,... En otoño mirando las hojas de los árboles de que color se ponían, sabían si el invierno sería frío o no.

Y así fue su vida con sus manos callosas, calzando zuecos y con sabañones hasta en las orejas por tanto frío. Se cultivaban un pequeño rincón de tabaco y en invierno lo picaban con vasiol de madera y una aijuela.

Así fue rodando como mucha gente de entonces, por varios lugares, tuvo varios hijos y en los últimos años de su vida se fue a vivir al Aragón siendo homenajeado como el mas mayor de Aragón. Murió en Alcañiz el 1 de marzo de 1986 a los 93 años de edad.

Siempre recuerdo al despedirnos el roce de sus pómulos en mis mejillas que sólo quedaba piel y huesos. Rosario Tena Segura