VISITA CULTURAL A SORIA
De wikisenior
El alumnado de segundo ciclo de la Universitat de Majors de Castelló realizó una visita cultural a Soria y alrededores para conocer los monumentos del Románico soriano. Dentro del programa de Actividades de Dinamización Socio-Cultural organizado por la Universidad de Mayores de la UJI, nos desplazamos a Soria en dos autobuses los días 13 y 14 de noviembre 2009. Pertrechados con el documentado dossier preparado por nuestra coordinadora, llegamos a Soria al mediodía e inmediatamente visitamos el céntrico Museo Numantino. Este museo, situado junto a la encantadora Alameda de Cervantes o de la Dehesa, es la fusión de dos museos, el Provincial y el Numantino. Estos fondos proceden tanto de las desamortizaciones decimonónicas como de las excavaciones arqueológicas de Numancia.
Sumario
MUSEO NUMANTINO
La visita guiada, a cargo de una especialista del museo, fue muy didáctica. Nos condujo desde los tiempos paleolíticos y mesolíticos con los elementos de la fauna local bien descritos con restos e imágenes, pasando por la importante cultura celtibérica, en esta tierra de arévacos y pelendones. Nos mostraron los objetos descubiertos, muy bien clasificados y expuestos, a la vez que la guía nos describía la forma de vida de aquellas gentes, también apoyada por las representaciones y reproducciones de algunos de sus hábitats y talleres. Vino luego la intervención de Roma y las guerras celtibéricas que aquí acabaron con la conquista de Numancia por Publio Cornelio Escipión en el 133 a.C., tras once meses de asedio. Todo ello fue explicado con ayuda de maquetas y una documentada información histórica por la guía, la cual nos describió y mostró los restos y representaciones de la cultura romana que exhibe el museo.
Tras un breve paseo por la Alameda de la Dehesa y su interesante ermita doble del Humilladero y la Virgen de la Piedad con su porche característico, ocupamos las habitaciones en el céntrico hotel Alfonso VIII, que ciertamente hacía honor a sus cuatro estrellas. Allí comimos y tuvimos nuestro primer encuentro con la gastronomía soriana.
VISITA A LA CIUDAD
Después de comer visitamos la ciudad en dos grupos con sendas guías. Uno de los edificios que más nos impactaron fue la iglesia de Sto. Domingo de finales del siglo XII con un hermosísimo pórtico románico y su rosetón superior. Están flanqueados por las estatuas de los reyes Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet. Gráficamente está representada allí toda la historia sagrada.
De la misma época y relacionada con la repoblación de la ciudad es la iglesia de San Juan de Rabanera, construida por los repobladores procedentes de esa localidad y que aprovecharon materiales de la anterior capilla de San Nicolás. El pórtico y el interior románico están muy bien restaurados, y una reciente remodelación urbana que desvía el tráfico permite ver desde fuera el ábside, uno de los detalles más valiosos.
La ciudad de Soria llegó a tener gran cantidad de iglesias y muchas de ellas fueron derribadas para abrir plazas públicas, lo cual ha mermado el patrimonio local y ha dejado alguna fachada en posición asimétrica. La mayoría de la arquitectura civil interesante de la ciudad se construyó en el siglo XVI. Las casas nobles y los palacios, con abundancia de blasones, se hallan en calles como la de la Aduana Vieja y la de Caballeros. Destacan el palacio de los condes de Gómara y el palacio de los Rios y Salcedos, cuyo escudo se repite en varios edificios al emparentar las diversas familias. Las familias nobles repobladoras se unieron para defender sus intereses y, conocidas como los doce linajes, rigieron la ciudad durante mucho tiempo. Su gran sede se encuentra en la plaza del ayuntamiento frente al antiguo edificio del Común. Después de pasar por el instituto donde enseñaron Antonio Machado y Gerardo Diego, la visita a la ciudad de Soria nos llevó a la puerta de la Iglesia Concatedral de San Pedro, antigua colegiata de los agustinos. Teníamos concertada una visita a la exposición Las Edades del Hombre. Esta muestra era el capítulo final de un ciclo que ha recorrido Castilla y León.
EXPOSICIÓN LAS EDADES DEL HOMBRE EN SORIA: PAISAJE INTERIOR
Esta edición de las Edades del Hombre en Soria, con 208 obras expuestas, tiene como tema guía la parábola del sembrador del Evangelio de San Marcos. Así, se divide en cinco secciones:
- Sembradores del evangelio. En esta sala se puede admirar imágenes de los apóstoles, los evangelistas y de San Pedro de Osma.
- La semilla echó raíces. Sala dedicada a los objetos litúrgicos (Destaca el coro mudéjar de la iglesia de San Esteban de Masegoso, del siglo XIII, de madera policromada restaurada) y también a los hijos famosos de la diócesis: Santa María de Ágreda y Santo Domingo de Guzmán.
- Patronos, santos, devociones. Presenta las devociones populares, las fiestas del año litúrgico y la devoción a la Virgen. Vemos el retablo de la Catedral del Burgo de Osma y varios relicarios de iglesias de la provincia.
- Bajo el signo de la cruz. Dedicada a los crucificados y a las imágenes de la Pasión.
- Un camino de esperanza. La pieza central de esta sala es el retablo de la concatedral de Soria, obra de Francisco del Río, discípulo de Juan de Juni y de Gaspar Becerra en esta obra.
A modo de complemento de la exposición encontramos también:
- El Epílogo. Por primera vez se expone una muestra retrospectiva con una obra representativa de cada una de las 14 ediciones anteriores de Las Edades del Hombre.
- El claustro de la concatedral. El bellísimo claustro románico de la concatedral también forma parte de la muestra. La vida de Jesús queda ilustrada en lo que se ha denominado una Biblia en piedra.
- La Ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga
- La Ermita de San Miguel en Gormaz
Como piezas más atractivas de la muestra, yo destacaría las obras de Juan de Juni, el retablo de los arcángeles, las representaciones marianas en orden cronológico, la piedad y los valiosísimos crucificados (no con el brazo descolgado), así como un cristo yaciente y un busto de Ecce Homo muy realista.
LA CONCATEDRAL DE SAN PEDRO
Con vestigios de finales del siglo VIII, y sucesivas construcciones desde el siglo XI al XII, la iglesia fue reconstruida tras su hundimiento en 1520. Un nuevo templo se terminó de edificar en 1575, esta vez de estilo renacentista. Para ello hubo que derribar el lado sur del claustro románico de los siglos XII y XIII. Son notables las portadas: renacentista la del oeste y plateresca la del mediodía. De la fábrica románica queda el claustro de finales del XII y principios del XIII. La entrada de la sala capitular es románica también, con elementos mozárabes en los óculos, calados y en los arquillos. Columnas circulares de estilo dórico dan apoyo a las cinco naves con crucería en las bóvedas. Las naves laterales albergan capillas entre sus contrafuertes y son de la misma altura que la principal. El retablo principal de San Pedro fue realizado en el siglo XVI por Francisco del Río. Destacan el retablo de San Nicolás, plateresco, también del siglo XVI, de Felipe Vigarny y el retablo de San Miguel, en honor de los arcángeles, realizado en el S. XVIII. Posee además un lienzo de Tiziano detrás del coro que representa el santo sepulcro. El templo fue colegiata de los padres agustinos y desde hace cincuenta años es concatedral con Osma.
Acabada la visita de las Edades del Hombre, nos retiramos al hotel y nos preparamos para la cena que teníamos prevista en el Casino La Amistad, centro cultural donde aún se recuerda a Machado leyendo los periódicos y a Gerardo Diego tocando el piano. Fragmentos de sus poemas decoran las paredes del edifico.
Había gran ambiente en las calles de Soria. La población local aprovechaba las buenas temperaturas para salir de tapas y pasear. El centro de la ciudad estaba abarrotado. Según anunciaban los carteles, se celebraba la Semana micológica, y aún tuvimos ocasión de degustar sabrosísimas tapas de setas en diferentes establecimientos.
La mañana del viernes 14 la dedicamos a visitar el resto de la ciudad y, en especial, los alrededores del Duero incluyendo San Juan de Duero y San Saturio. Vimos una perspectiva de la ciudad a orillas del río, entre el monte del Mirón y los cerros de Santa Ana y de las Ánimas. Las murallas y el castillo se destruyeron en la guerra de la independencia para que no cayeran en manos enemigas. Tras la retirada y saqueo de las tropas francesas, el general Durán los dinamitó (como en Almazán y otros lugares).
SAN JUAN DE DUERO
Esta maravilla románica situada en las afueras de la ciudad, a la otra parte del río Duero, fue antiguo hospital de la orden militar de los Hospitalarios de San JuanLa construcción data del siglo XII y estuvo utilizada hasta el XVIII. Es un conjunto arquitectónico románico compuesto por los restos de un claustro y de una iglesia.
La iglesia de nave única con ábside y presbiterio, tiene muros de mampostería que estuvieron revocados con imitación de sillares. La bóveda es de medio cañón en la nave y de sección de esfera en el ábside. Lo verdaderamente notable son los dos templetes laterales que permiten la separación del oficiante en la consagración al estilo de las iconostasis de la iglesia ortodoxa. Unas columnas de cuatro fustes con una basa y capitel sostienen una cúpula esférica (lado del evangelio) y otra cónica (lado de la epístola). Los capiteles esculpidos muestran alegorías y escenas evangélicas. El claustro exterior, rodeado de un porche, data del siglo XIII y es un cuadrado irregular con ángulos en chaflán. Tiene lados y ángulos de diferente estructura que van variando en cada sección e incluyen desde arcos típicamente románicos de medio punto y basa corrida, a columnas sin basamento, columnas de cuatro fustes en forma de cruz y arcos apuntados de herradura (arcos túmidos). Hay otro ángulo con columnas acanaladas cuadradas y arcos que se cruzan entre ellos. En el ángulo suroeste las columnas son circulares de doble fuste y sus arcos apuntados se cruzan. Terminada la visita a San Juan de Duero, nos desplazamos a la ermita de San Saturio.
ERMITA DE SAN SATURIO
Esta ermita barroca de finales del siglo XVII está dedicada al patrón de Soria San Saturio, un anacoreta de origen visigodo. El arquitecto fue Pedro de Ajín. El edificio de piedra es sobrio, pero los retablos y cuadros son muy barrocos. Se accede a la ermita por una cueva junto al río y se atraviesan estancias como la sala del Cabildo de los Heros (un tribunal de aguas), la capilla de San Miguel y las salas capitulares con magníficas vistas del Duero desde los balcones. [[Imagen:
La iglesia de planta octogonal tiene una cúpula con lucernario. Los frescos de las paredes, ejecutados entre 1704 y 1705 por el discípulo de Antonio Palomino, Antonio Zapata, narran la vida de San Saturio y su canonización por San Prudencio, obispo de Tarazona. El mismo pintor barroco decoró la cúpula con frescos de San Juan Evangelista, del Bautista, San Benito y de Cristo en el desierto. Hay un relicario del siglo XVII en el retablo mayor de estilo barroco. La romería de San Saturio se celebra el 2 de octubre.
Después de visitar el paseo del Duero, el grupo tuvo tiempo libre para completar la visita de la capital, comprar productos típicos, saborear las tapas y comer todos juntos en un restaurante eficientemente reservado por la Coordinación del programa de Mayores.
Tras la comida, los dos autobuses nos trasladaron a San Miguel de Gormaz y a San Baudelio de Casillas de Berlanga. Eran parte de la muestra de las Edades del Hombre. En ambas teníamos reservados los guías y las explicaciones.
ERMITA DE SAN MIGUEL DE GORMAZ
Situada en la falda de un monte coronado por una fortaleza musulmana del siglo X, la ermita de San Miguel de Gormaz, de austero exterior, consiste en una nave rectangular con ábside. La nave está cubierta con armadura de madera a dos aguas, al estilo mozárabe y el ábside tiene bóveda de medio cañón. Hay un coro a los pies del recinto. Aunque parece tener antecedentes visigóticos del siglo VI, sólo cuando Fernando I reconquistó definitivamente estas tierras fronterizas, se fundó Gormaz y se construyó la ermita a caballo de los siglos XI y XII. Al desprenderse parte del estuco que cubría el interior, han aparecido restos de las pinturas murales románicas, datadas entre 1125 y 1139, de un estilo parecido a las de San Baudelio de Berlanga. El tema principal es el de la historia de la salvación a través de Cristo y en ellas San Miguel tiene un lugar principal.
ERMITA DE SAN BAUDELIO
Esta ermita del siglo XI albergaba reliquias de San Baudelio, un monje mártir de Nimes. En el siglo XI y XII se realizaron los frescos de los muros, (que fueron expoliados y vendidos al principio del siglo XX). El lugar albergaba una comunidad de monjes mozárabes. Las tradiciónes mozárabe y visigoda crearon un original arte llamado de repoblación con influencias paleocristianas y bizantinas que lo alejan del románico más conocido. El edificio consta de una nave y ábside de planta cuadrada. El centro de la nave está sustentado por una gran palmera coloreada rematada por una linterna o relicario de difícil acceso. De la palmera salen los arcos que sustentan el edificio y cubren protectoramente a los fieles. En la parte posterior de la nave hay un conjunto de columnillas rematadas por arcos de herradura que le dan el aspecto de espacio de oración o pequeña mezquita. Sobre estos arcos hay un coro o tribuna elevada. En los muros quedan restos o improntas de los frescos expoliados. Son pinturas románicas similares a las de San Clemente de Tahull, o San miguel de Gormaz. Sin perspectiva y con colores planos, las pinturas se distribuyen en franjas horizontales para la enseñanza de los fieles. La franja inferior de las paredes de la nave contenía pinturas mozárabes referidas al paraíso y escenas de caza. Hay águilas, leones, un dromedario y elefantes, como si fuera un arca de Noé. En estilo románico encontramos franjas con escenas de la historia sagrada, de la pasión y vida de Jesús, sus milagros y su infancia: desde la Anunciación a la matanza de los inocentes y la huída a Egipto. El ábside tiene representados un cordero místico, la paloma del Espíritu Santo, un pelícano, Cristo, Magdalena y otros santos. Además de la más tardía Adoración de los Magos de la tribuna, aparecen motivos geométricos, de flora y fauna y diferentes objetos en las ramas de la palmera .
Una vez acabadas todas las visitas, los dos autobuses emprendieron regreso hacia Castellón, donde llegamos de madrugada después de parar a cenar en Monreal del Campo. Sólo nos queda agradecer el esfuerzo y eficiencia a Pili, Mónica y Mari Paz, y animarles para que sigan organizándonos visitas tan completas y agradables.